Historia clínica
Se trata de un paciente femenino de 67 años, sin antecedentes de importancia. Acude a consulta por referir disminución de agudeza visual del ojo derecho, de cinco meses de evolución, de forma progresiva. Sin ningún otro síntoma acompañante.
Exploración física
La paciente se presenta con una agudeza visual de percepción de luz en ojo derecho y 20/400 ojo izquierdo. La presión intraocular fue de 14mmHg, en ojo derecho, y 15mmHg, ojo izquierdo.
A la biomicroscopía, con lámpara de hendidura, ojo derecho con catarata intumescente, que no permitió la exploración del fondo de ojo. El resto sin alteraciones (Figura 1). En el ojo izquierdo se encontró una zona de atrofia en iris en meridianos 7-8, con filamentos libres en la porción peripupilar de la atrofia, que se movían en conjunto con los movimientos oculares (Figura 2, 3, 4). A la exploración del ángulo irido-corneal (Clasificación Shaffer), se localizó en 0 inferior, 1 temporal y nasal y 2 superior. Se halló una catarata NO1NC1, P2 (LOCS 3). A la exploración del fondo de ojo se encontró retina aplicada, sin alteraciones, nervio 5.5/10 de excavación y mácula con brillo disminuido.
Estudios complementarios
Se decide tomar estudios de imagen con OCT de segmento anterior (OCT-SA) y OCT-VISANTER (Figura 5 y 6).
Se ofrece tratamiento quirúrgico para ojo derecho, por la catarata intumescente; sin embargo, el paciente pierde seguimiento.
Fisiopatología
La iridosquisis describe una separación localizada del estroma del iris en dos capas. La capa anterior del iris se encuentra atrófica y desintegrada en fibrillas que flotan en la cámara anterior. La patogénesis de la iridosquisis permanece desconocida.
Se sugiere que podría existir un efecto atrófico por las sustancias líticas en el humor acuoso debido a una condición glaucomatosa o secundaria a trauma que eleva la presión intraocular o que esta condición podría atribuirse a cambios seniles. Podría ser una manifestación de atrofi a, poco común y, en muchos casos, el resultado de una presión intraocular alta. Algunos otros autores sugieren que, con la edad, existe más esclerosis vascular de los vasos iridianos, induciendo una separación del estroma con los movimientos de miosis y midriasis. Se ha considerado, de forma más común, que se trata de una atrofi a relacionada a la edad.
Cuadro clínico
Es una entidad generalmente bilateral, simétrica y progresiva, que se manifi esta, en la mayoría de los casos, de forma sectorial, en la porción inferior del iris. Aproximadamente 2/3 de los pacientes con iridosquisis muestran asociación con glaucoma, siendo el más frecuente el glaucoma de ángulo cerrado (40% de los casos). Se ha reportado asociación con descompensación del endotelio corneal, siendo una complicación poco frecuente. El contacto iridocorneal podría ser la causa de esta complicación.
Diagnóstico
El diagnóstico es clínico, se realiza mediante los hallazgos realizados durante la exploración oftalmológica. Complementándose con estudios de imagen, como UBM u OCT-SA.
Diagnóstico final
De acuerdo a los hallazgos se realizó el diagnóstico de catarata senil en ambos ojos. Iridosquisis en el ojo izquierdo.
Revisión del tema Epidemiología
Se trata de una entidad rara, con alrededor de 100 casos descritos en la literatura. Se presenta entre la quinta a séptima década de la vida. No existe una relación con el género y aparentemente, no existe involucro genético. Se ha asociado con cataratas, glaucoma de ángulo cerrado, trauma, sífi lis congénita (queratitis intersticial) y anormalidades congénitas.
Diagnósticos diferenciales
El principal diagnóstico diferencial debe realizarse con: Síndrome de Axenfeld-Rieger y Síndrome endotelial-iridocorneal (ICE). Las dos tienen diferentes características demográfi cas y hallazgos oculares, que permiten diferenciarla.
Tratamiento y pronóstico
La detección de iridosquisis no es indicación de realizar alguna intervención, se debe dar seguimiento y tratar si se encuentra asociado a glaucoma o catarata
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