A. Shye1,* , A. Wattad1 , I. Kaiserman2 3 4 , G. Munzer3 , T. Sela3 , M. Mimouni5 6 , E. Cohen1 3 7
1 Oftalmología, Centro Médico Sourasky de Tel Aviv, Tel Aviv, 2 Oftalmología, Centro Médico Barzilai, Ashkelon, 3 Centro Láser Care-Vision, Tel Aviv, 4 Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Ben-Gurion del Negev, Beer Sheba, (5) Oftalmología, Campus de Salud Rambam, (6) Facultad de Medicina Ruth y Bruce Rappaport, Technion – Instituto Tecnológico de Israel, Haifa, (7) Facultad de Medicina, Universidad de Tel Aviv, Tel Aviv, Israel
Objetivo: La queratectomía fotorrefractiva (PRK) es un procedimiento muy utilizado para la corrección de la miopía, a menudo preferido al LASIK en pacientes con córneas más delgadas o con mayor riesgo de traumatismos. Sin embargo, su seguridad y eficacia en pacientes adolescentes sigue siendo controvertida debido a las preocupaciones sobre la estabilidad refractiva, la respuesta de cicatrización y las posibles complicaciones, como la ectasia. Este estudio ofrece un análisis retrospectivo a gran escala de 65 211 ojos para comparar los resultados de la PRK en adolescentes miopes (17-18 años) y adultos (19-40 años), centrándose en la agudeza visual, la eficacia, la seguridad, las tasas de retratamiento y las tasas de ectasia postoperatoria para determinar si la PRK es una opción viable para los pacientes más jóvenes.
Entorno: Estudio de cohorte retrospectivo realizado en Care-Vision Laser Centers, Tel Aviv, en el que se analizan los resultados de la PRK desde enero de 2010 hasta junio de 2024.
Métodos: Este estudio de cohorte retrospectivo analizó 65 211 ojos que se sometieron a PRK en un centro de cirugía refractiva de alto volumen entre enero de 2010 y junio de 2024. Los pacientes de entre 17 y 40 años con miopía de hasta -12,0 D se dividieron en dos grupos: adolescentes (17-18 años) y adultos (19-40 años). Se compararon los parámetros preoperatorios, incluyendo el grosor corneal, la queratometría y la refracción. Se analizaron detalles intraoperatorios como el tamaño de la zona óptica, la profundidad de la ablación y el lecho estromal residual. Se evaluaron los resultados postoperatorios, incluyendo la agudeza visual lejana sin corrección y con corrección, la eficacia, la seguridad, las tasas de retratamiento y la incidencia de ectasia postoperatoria, con ajustes estadísticos para los factores de confusión.
Resultados: Antes de la operación, los adolescentes tenían córneas más gruesas (536,8 ± 32,7 frente a 528,3 ± 33,7 μm, p < 0,0001) y valores de queratometría más bajos. Después de la operación, la UDVA fue un poco mejor en los adolescentes (0,9646 ± 0,1072 frente a 0,9507 ± 0,1289, p = 0,0815), con un índice de eficacia más alto (1,022 ± 0,1126 frente a 1,015 ± 0,1339, p = 0,0497). No se encontraron diferencias significativas en la refracción subjetiva ni en la agudeza visual corregida a distancia. Las tasas de retratamiento (0,41 % en ambos grupos, p = 0,7987) y las tasas de ectasia (0,024 % frente a 0,026 %, p = 0,5778) fueron similares. Estos hallazgos sugieren que la PRK en adolescentes logra resultados visuales comparables o ligeramente mejores sin aumentar el riesgo.
Conclusiones: La PRK en adolescentes miopes es un procedimiento seguro y eficaz con resultados visuales comparables o ligeramente mejores que los de los adultos. Los adolescentes mostraron un índice de eficacia más alto sin aumento de las tasas de retratamiento o ectasia postoperatoria, lo que sugiere que la edad por sí sola no debería ser un factor limitante para la candidabilidad a la PRK. Estos hallazgos cuestionan las preocupaciones existentes sobre la realización de la PRK en pacientes más jóvenes y respaldan su uso como una opción viable en adolescentes seleccionados adecuadamente. Dado el gran tamaño de la muestra y el sólido análisis estadístico, este estudio proporciona pruebas sólidas de que la PRK ofrece una excelente seguridad y eficacia en un amplio rango de edades, lo que refuerza su papel en la cirugía refractiva para la miopía.
Declaración de intereses: Ninguno declarado.

 
			

 
			





