Láseres, luces, y peelings químicos
Existe una vertiginosa serie de dispositivos láser, de luz y basados en la energía, en el mercado de hoy, pero varias modalidades de tratamiento son especialmente eficaces en la región periocular y merecen ser discutidas.
Láseres ablativos como el CO2 (10.600 nm), Erbium Yag (2940 nm) y el YSGG (2790 nm) que usan el agua como cromóforo y son más efectivos para la reducción de arrugas y estiramiento de la piel. Existen en dos variedades: completamente ablativos o fraccionalmente ablativos.
Un recambio completo de superficie (resurfacing) ablativo, trata la totalidad de la zona con láser y proporciona una dramática reducción de arrugas y tirantez de la piel, pero está asociado con un tiempo considerable de inactividad. El recambio de superficie ablativo fraccional trata solo una fracción del área con láser, creando un patrón pixelado de las zonas tratadas y sin tratar, en la región en que se aplica. Puede alcanzar casi el mismo grado de beneficios que el resurfacing ablativo completo, pero con una cicatrización más rápida y tiempo de inactividad reducido.
Los láseres fraccionales no ablativos tienen las mismas metas de tratamiento que los láseres ablativos (es decir, la reducción de arrugas y tirantez de la piel), pero ofrecen beneficios modestos, que requieren de múltiples sesiones de tratamiento para lograr los mismos resultados. Sin embargo, tienen un tiempo de inactividad mínimo, y por lo tanto, son una opción popular para los pacientes que no pueden disponer de tiempo por fuera del trabajo.
La terapia de luz intensa por pulsos (IPL, por sus siglas en inglés) utiliza una cantidad limitada del espectro de luz visible y de luz infrarroja (típicamente en el rango de 500-1200 nm) y apunta a la melanina y a la hemoglobina como sus cromóforos. La luz intensa por pulsos, enfoca a las manchas marrones, como los lentigos solares asociados al fotoenvejecimiento, así como a las lesiones vasculares rojas, tales como telangiectasias, angiomas y rosácea. La IPL puede ser particularmente peligrosa para el médico
o el paciente si no se utiliza una protección adecuada para los ojos y ha sido la causa de defectos de transiluminación del iris y de uveítis anterior2.
Los peelings químicos vienen en diferentes variedades y actúan eliminando las capas externas de la piel para reducir arrugas, reducir discromías pigmentarias y crear una piel más luminosa. Tienen la ventaja de ser rentables, como el “láser de los pobres” y no requieren de cuantiosas sumas para la compra de un dispositivo láser o IPL.
Rellenos perioculares e injertos de grasa
Los rellenos dérmicos se utilizan cada vez más para aumento de volumen alrededor de la cara, y la variedad más popular son los rellenos de ácido hialurónico. En la región periocular, los rellenos pueden ser utilizados para tratar:
Las escotaduras lagrimales y estrías periorbitarias en la parte inferior de la unión del párpado y mejilla.
- Líneas verticales del ceño, profundamente grabadas que son refractarias a las toxina botulínicas.
- Ahuecamiento del surco superior.
- Deflación de la almohadilla de grasa de las cejas.
- Ahuecamiento temporal
- Deflación y descenso de la mejilla.
Los rellenos pueden ser inyectados con agujas o cánulas de punta roma, estas últimas ofrecen las ventajas potenciales de reducción del dolor, de moretones y el riesgo de complicaciones intravasculares (como, necrosis de la piel y ceguera ocasionada por oclusión de la arteria retinal). Si se utiliza un relleno de ácido hialurónico, el relleno puede ser disuelto con hialuronidasa, en caso de necesitarse un procedimiento de retoque.
Los injertos de grasa son una tendencia cada vez más popular en el mundo de la estética. Implica la recolección de grasa del propio paciente a través de liposucción, su procesamiento y reinyección en áreas de atrofia regional y pérdida de volumen. Puede utilizarse para los mismos fines que los rellenos, pero exige de un experimentado inyector y la técnica adecuada para evitar la formación de bultos, particularmente en la región periocular. No existe “antídoto” para la grasa, como si hay hialuronidasa para los rellenos de ácido hialurónico, por lo tanto, el beneficio y riesgo con los injertos de grasa es que la grasa tiene una durabilidad a largo plazo. La grasa es algo impredecible en la cual, una cantidad incierta del injerto de grasa va a sobrevivir. Además, si los pacientes ganan grandes cantidades de peso, los injertos de grasa en la cara pueden también expandirse en volumen. Por esta razón, sigo prefiriendo usar rellenos de ácido hialurónico para rejuvenecer el párpado inferior y la región del surco superior, que se encuentran entre las regiones más complicadas para inyectar del cuerpo entero. Usaré la grasa para rejuvenecimiento panfacial, por su disponibilidad, puede ser inyectada en planos más profundos y mayores volúmenes, en otras partes de la cara donde los rellenos no serían una opción económica.
Conclusión
La comprensión de los distintos mecanismos del envejecimiento facial y periorbitario, nos ayuda a reconocer las opciones de tratamiento adecuadas, que pueden revertir los signos del envejecimiento. El uso de múltiples modalidades de tratamiento es siempre sinérgico y produce mejores resultados que una sola modalidad de tratamiento. En última instancia, el éxito de los resultados depende de la habilidad del médico tratante, para sintetizar los conocimientos médicos de los cambios que producen la vejez, la intuición artística y la extensa gama de modalidades de tratamiento estético, disponibles actualmente