Con el objetivo de fomentar el intercambio de conocimientos y enfrentar los retos actuales en oftalmología, se celebró el séptimo Encuentro Ocular Surface Master Class, patrocinado por Laboratorios Sophia. En este evento se compartieron experiencias y se discutió un caso clínico complejo, así como los últimos avances en tratamientos innovadores.
Durante este encuentro, la Dra. Lorena Zendejas expuso el caso clínico de una paciente de 23 años originaria de Sonora, a quien se encuentra tratando en conjunto con una colega ubicada en la ciudad de residencia de la paciente. Esta joven, conocida por la Dra. Zendejas, desde el 2022, cuenta con antecedentes de síndrome de Turner e hipoacusia bilateral sensorial, ha enfrentado diversas complicaciones oftalmológicas a lo largo de su vida, incluidas intervenciones quirúrgicas para corrección de entropión en el ojo izquierdo, así como resección de pterigión y corrección de simblefaron en el derecho.
Se presentaron imágenes clínicas de la paciente, y la Dra. Zendejas describió su examen clínico presentando una agudeza visual del ojo derecho de movimiento de manos a 30 cm y de movimiento de manos a 1 metro para el ojo izquierdo. La presión intraocular se encontraba en 17 mmHg para ambos ojos. En la biomicroscopía se observaba el ojo derecho con simbléfaron nasal superior, simbléfaron en canto interno y externo, así como distiquiasis. En el ojo izquierdo se reportó distiquiasis y simbléfaron en canto externo. La conjuntiva se encontraba hiperémica y con dilatación vascular de forma bilateral, y las córneas opacas a expensas de queratinización y vascularización total en ambos ojos. La cámara anterior aparentemente amplia pero poco detallada, y el fondo de ojo no fue valorable.
Como estudio complementario se llevó a cabo una ecografía modo B, en el cual se reportó un polo posterior normal para ambos ojos. Dentro de los análisis laboratoriales solicitados, solamente PCR y VSG se reportaron elevados; sin embargo, los parámetros para descartar enfermedades reumatológicas específicas, así como los marcadores infecciosos, fueron negativos.
El manejo consistió en la toma de una biopsia de conjuntiva e injerto de membrana amniótica en el ojo derecho, que orientó el diagnóstico a penfigoide cicatricial ocular.
Posteriormente, la paciente fue referida a reumatología y dermatología, y se le indicó tratamiento farmacológico, que incluyó la administración de azatioprina (2.5 mg/kg) y prednisona oral.
El seguimiento del tratamiento fue un desafío, ya que la paciente no contaba con seguridad social y enfrentaba limitaciones económicas. Sin embargo, con el apoyo de la Dra. Claudia Ortiz, de Hermosillo, Sonora, se lograron avances significativos, incluyendo un trasplante queratolimbar y colocación de membrana amniótica debido al importante adelgazamiento corneal (hasta 350 micras por OCT) que condicionó una perforación durante un procedimiento programado para colocación de aloinjerto cadavérico. Se llevó a cabo también la liberación del simblefaron y colocación de reformador. El manejo farmacológico postquirúrgico oftalmológico incluyó esteroides e hipotensores oculares, con un adecuado control de la presión intraocular hasta el día de hoy gracias a una triple combinación de principios activos para este objetivo.
Al momento de la reunión de Ocular Surface Master Class, habían transcurrido 4 meses posteriores a la cirugía, y la paciente había experimentado también un defecto epitelial tratado eficazmente con trehalosa, hialuronato de sodio al 0.4% y dexpantenol en gel.
En esta fecha, la visión del ojo derecho es de 20/70 (.) 20/50, y la presión intraocular está controlada con tres medicamentos.
La Dra. Zendejas también destacó la importancia de la evaluación genética, donde se identificó una variante patogénica en el gen NLRP3, lo que podría estar relacionado con episodios inflamatorios sistémicos recurrentes no relacionados a enfermedades autoinmunes (Síndromes periódicos asociados a criopirina). Este hallazgo resalta la complejidad del caso y la necesidad de una atención integral y coordinada.
Dentro de la discusión se mencionó cómo algunas referencias sugieren agregar un tercer medicamento inmunosupresor como micofenolato y/o un medicamento biológico en casos similares, con la finalidad de mejorar las posibilidades de supervivencia del injerto.
Por su parte, la Dra. Viridiana Santibañez presentó una ponencia sobre el ojo seco, abordando su definición y prevalencia. Además, destacó un hallazgo alarmante: en los últimos años, el ojo seco ha comenzado a afectar también a niños y adultos jóvenes, especialmente debido al uso prolongado de dispositivos electrónicos. “Es fundamental compartir esta información, ya que he notado un aumento en los casos durante mis consultas”, afirmó.
La Dra. Santibañez también abordó el mecanismo de acción de la Luz Pulsada Intensa (IPL), originalmente utilizada en dermatología y estética periocular. Esta técnica ha demostrado ser eficaz en la reducción de la inflamación y en la mejora de la función de las glándulas de Meibomio.
Los mecanismos de acción de la IPL incluyen:
- Termomodulación de las glándulas de Meibomio.
- Fotobiomodulación, que favorece la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) y la liberación de factores de crecimiento en citoquinas.
- Eliminación de microorganismos y demodex.
- Reducción de la hipervascularización.
- Regulación neuromoduladora.
Durante su ponencia, se resaltó que, en el último año, los avances en la terapia de Luz Pulsada Intensa (IPL) han permitido mejorar la precisión y la entrega de energía a través de dispositivos más pequeños que dirigen la luz de manera efectiva hacia las glándulas de Meibomio. Estos tratamientos han demostrado una reducción significativa de la inflamación de la superficie ocular y una mejora en la calidad de la película lagrimal, convirtiéndose en una tendencia creciente en la práctica clínica.
Un estudio aleatorizado y doble ciego que incluyó a 44 pacientes con disfunción de las glándulas de Meibomio comparó la eficacia de la IPL con un tratamiento simulado. Los resultados revelaron una mejoría notable en la función de las glándulas tratadas con IPL, así como una mayor estabilidad de la película lagrimal en ese grupo. Además, los efectos adversos son mínimos, siendo el enrojecimiento en el área tratada el más común. En resumen, la IPL se ha confirmado como un tratamiento eficaz y seguro para mejorar la función de las glándulas de Meibomio.
Además, es interesante considerar la combinación de IPL con agentes farmacológicos como la ciclosporina, la cual también ha demostrado ser eficaz. Este enfoque no solo reduce la inflamación, sino que también aumenta la producción y estabilidad de la lágrima, ofreciendo un alivio sostenido de los síntomas de ojo seco. Un estudio realizado por Maskin en 2021 respalda esta combinación, evidenciando mejoras en la función glandular.
Conclusiones:
- Existe evidencia sólida sobre la eficacia de la IPL en la mejora de los síntomas de ojo seco y la función de las glándulas de Meibomio.
- La IPL muestra un potencial significativo como tratamiento en niños y jóvenes.
- Los tratamientos combinados han demostrado una mayor eficacia.
- Se requiere investigación continua para adaptar y personalizar esta tecnología, garantizando su eficacia y seguridad en diversas poblaciones.
Sin duda, el Séptimo Encuentro Ocular Surface Master Class reafirmó el compromiso de los profesionales de la oftalmología en conjunto con Laboratorios Sophia, con la constante búsqueda de soluciones innovadoras y efectivas, así como en la actualización continua en el cuidado de la salud ocular.