Autores: Arturo Ramírez-Miranda, Mariana Navarrete-Azuara,
Gustavo Ortiz-Morales, Alejandro Navas, Enrique Graue-Hernández
Departamento de Córnea y Cirugía Refractiva, Instituto de Oftalmología “Conde de Valenciana”, Ciudad de México.
La enfermedad corneal es una de las principales causas de ceguera reversible en el mundo, representando entre el 3.2% y el 5% de los casos de ceguera. El Trasplante de córnea es el tratamiento estándar para pacientes que presentan opacidades corneales significativas, permitiendo la recuperación de la visión en muchos casos. Sin embargo, la disponibilidad de tejido corneal donado es limitada, especialmente en países con bajos recursos. Factores como la escasez de donaciones, la falta de infraestructura médica adecuada y barreras socioeconómicas agravan esta problemática, dejando a muchos pacientes sin acceso al trasplante.
Adicionalmente, enfermedades graves de la superficie ocular, la neovascularización corneal y el rechazo inmunológico dificultan aún más el éxito de los trasplantes convencionales
En la década de 1960, Claes H. Dohlman y Marshall Doane desarrollaron las primeras prótesis corneales utilizando polimetilmetacrilato (PMMA), lo que dio lugar a la queratoprótesis de Boston (KPro), un dispositivo con forma de botón diseñado para pacientes que habían fracasado en tratamientos previos con injertos.
Las innovaciones recientes del diseño de la queratoprótesis de Boston se han centrado en hacer estos dispositivos más accesibles y con mejor apariencia estética. Como resultado, la queratoprótesis Lucia fue aprobada por la FDA en 2019. Su diseño fue pensado para entornos de bajos recursos, mejorando tanto la accesibilidad como la viabilidad de su uso en una variedad de contextos clínicos. Este artículo presenta un análisis de los resultados clínicos del dispositivo Lucia KPro en pacientes con enfermedades corneales graves, tratados en el Instituto de Oftalmología Conde de Valenciana, Ciudad de México.
Métodos y sujetos
Este estudio retrospectivo, descriptivo y analítico se llevó a cabo para evaluar los resultados clínicos del dispositivo Lucia KPro en pacientes que no eran candidatos para un trasplante corneal convencional. Se incluyeron pacientes mayores de 18 años con opacidades corneales graves y que no habían respondido favorablemente a tratamientos previos. El estudio abarcó un período entre 2021 y 2023.
Procedimiento quirúrgico
La selección de los pacientes fue realizada por tres cirujanos especializados en KPro (AN, ARM, EGH). Tras determinar que los injertos corneales convencionales no serían efectivos, los pacientes fueron programados para la implantación de la queratoprótesis Lucia. El procedimiento sigue protocolos similares a la queratoprótesis de Boston, utilizando una córnea donante de 9 mm de diámetro y realizando una trepanación de 3 mm para ensamblar el KPro. En el receptor, se realizó una trepanación de 8.5 mm de espesor total y se fijó el dispositivo con suturas de nylon. Posteriormente, se colocó una lente de contacto terapéutico para proteger la superficie ocular.
El tratamiento posoperatorio incluyó antibióticos, corticosteroides y el uso de un protector ocular de policarbonato. El seguimiento postoperatorio se realizó de manera intensiva durante la primera semana, continuando de forma mensual durante los primeros tres meses y trimestralmente después de ese período.
Análisis estadístico
Se analizaron utilizando el software SPSS versión 28. Se emplearon pruebas de Kolmogorov-Smirnov para evaluar la normalidad de los datos. Los resultados continuos se expresaron como media ± desviación estándar (DE) y los datos categóricos se analizaron utilizando la prueba exacta de Fisher. Se realizó un análisis multivariado para identificar variables asociadas con el fracaso funcional del dispositivo, definiendo el éxito funcional como una agudeza visual mejor o igual a 20/200 (logMAR 1.0) al final del seguimiento.
Resultados
El 75% de los ojos tratados desarrollaron al menos una complicación postoperatoria, requiriendo en promedio 1.35 procedimientos adicionales por paciente. Las complicaciones más comunes fueron la formación de membrana retroprotésica y el glaucoma secundario, observadas principalmente durante el primer año posterior a la cirugía. A pesar de las complicaciones, el 70.58% de los pacientes mostró mejoría en la agudeza visual en el seguimiento final.
El éxito funcional, definido como una agudeza visual >20/200, se alcanzó en el 62.5% de los casos. A pesar de las complicaciones, un 22.92% de los pacientes logró una agudeza visual corregida de 20/40 o mejor al final del seguimiento. El fracaso funcional se registró en el 37.5% de los ojos, con un tiempo promedio hasta el fracaso de 6.55 meses. Solo el 4.16% de los pacientes experimentó extrusión del dispositivo.
Discusión
La queratoprótesis de Boston ha sido el dispositivo más implantado a nivel mundial para pacientes con rechazo recurrente de injertos y enfermedades autoinmunes. Sin embargo, la queratoprótesis Lucia ofrece ventajas adicionales, especialmente en términos de accesibilidad y estética, haciéndola ideal para su uso en entornos con limitaciones económicas.
El diseño de la queratoprótesis Lucia incluye una placa posterior más pequeña y ligera, con 16 ranuras petaloides que mejoran el contacto entre la córnea con el humor acuoso y la estética. La anodización de la placa posterior, en colores como marrón y azul, ofrece una apariencia más natural, lo que ha sido bien recibido por los pacientes.
A pesar de sus ventajas, el dispositivo Lucia presenta complicaciones similares a las de Boston Kpro, siendo la formación de membrana retroprotésica la complicación más común. Esto resalta la necesidad de un seguimiento cercano y de procedimientos adicionales para manejar posibles complicaciones. No obstante, las tasas de éxito anatómico y funcional del dispositivo Lucia son alentadoras, con una tasa de retención del 95.83% en el seguimiento final.
Conclusión
El dispositivo Lucia KPro ha demostrado ser una alternativa eficaz y accesible para el tratamiento de enfermedades corneales graves, especialmente en entornos de bajos recursos. Con tasas de éxito anatómico y funcional comparables a la queratoprótesis de Boston, y con mejoras significativas en términos de coste y estética, el dispositivo Lucia se presenta como una opción prometedora para pacientes que no son candidatos para un trasplante corneal convencional.
El futuro del uso de la queratoprótesis Lucia dependerá de estudios a largo plazo que evalúen su seguridad y efectividad en una mayor diversidad de pacientes. Además, sería beneficioso realizar análisis de costo-efectividad para comparar el dispositivo Lucia con otros sistemas disponibles. Sin duda, la implementación de esta tecnología abre nuevas oportunidades en la oftalmología, ofreciendo esperanza a pacientes con enfermedades corneales que, de otro modo, quedarían desatendidos.
La revisión in extenso del tema puede ser revisada en nuestra publicación más reciente en el American Journal of Ophthalmology 2024 Dec;268:388-3941 la cual se encuentra de acceso libre.
Bibliografía
- Ortiz-Morales G, Vera-Duarte GR, Jimenez-Collado D, Rivera JA, Rivera KA, Domene-Hickman JL, Müller-Morales CA, Navas A, Ramirez-Miranda A, Chodosh J, Graue-Hernandez EO. Results of Lucia Keratoprosthesis Implantation in Severe Corneal Disease. Am J Ophthalmol. 2024 Dec;268:388-394. doi: 10.1016/j.ajo.2024.08.035. Epub 2024 Sep 5. PMID: 39244000.
Fig.1 Implante de queratoprótesis Lucia (KPro) en enfermedad corneal grave. A) Rechazo recurrente de aloinjerto debido a la recurrencia de enfermedad herpética. B) Múltiples fracasos previos de injerto debido a un dispositivo de drenaje para glaucoma. C) Superficie queratinizada seca en fase terminal en el síndrome de Stevens-Johnson (SJS). D-F) Imágenes clínicas postoperatorias de los pacientes 6 meses después de la implantación de KPro.
Fig.2 Fotografía de biomicroscopía con lámpara de hendidura de complicaciones comunes de la KPro Lucia. A) Tinción con fluoresceína de un gran defecto epitelial corneal. B) Formación de una membrana retroprotésica (RPM). C) Escleritis necrotizante perforada tras inflamación descontrolada. D) Adhesivo tisular Histoacryl como medida efectiva para detener la lisis corneal. E) Infiltrado corneal entre la placa anterior y el botón corneal del donante. F) Endoftalmitis fúngica con inflamación del segmento anterior.