Cuando las células están estresadas por una enfermedad, como el glaucoma, sus mitocondrias producen niveles elevados de fluorescencia de flavoproteínas. El mapeo de FPF, una nueva tecnología de imagen ocular no invasiva, mide los niveles de FPF en el ojo proporcionando una forma de evaluar el nivel de estrés oxidativo metabólico que están experimentando las células. Esto se muestra prometedor como forma de diagnosticar el glaucoma antes de lo que era posible previamente: determinar si una terapia ha sido efectiva, distinguir entre hipertensos oculares sanos y pacientes con glaucoma temprano, y medir objetivamente el daño ya presente en los ojos glaucomatosos.
Un estudio transversal retrospectivo publicado recientemente y realizado en la New York Eye and Ear Infirmary del Mount Sinai es el último en demostrar la utilidad potencial de esta tecnología.1 El estudio midió los niveles de FPF en 86 ojos: 50 con GPAA y 36 sanos. Los datos mostraron que la FPF fue significativamente mayor en los ojos con GPAA que en los ojos sanos (SD media: 46,4 ±27,9 frente a 28,0 ±11,7, p<0,001).