Estudios recientes han demostrado que la incidencia de estrabismo en adultos está en aumento, posiblemente atribuible a factores como cambios anatómicos relacionados con la edad, mayor uso de dispositivos digitales, ciertas afecciones neurológicas o enfermedades sistémicas y, también, debido a mejores técnicas de diagnóstico y un entendimiento entre los profesionales de salud. El riesgo estimado de desarrollar estrabismo de inicio en la edad adulta, actualmente, ronda el 4%, y la esotropía representa aproximadamente una cuarta parte de estos casos.
La mayoría de los estudios previos sobre esotropía reúnen a todos los adultos en un único grupo, lo que complica el análisis de los resultados quirúrgicos, una vez que la fisiopatología de la esotropía puede diferir entre individuos más jóvenes y mayores. Un tipo de esotropía que ocurre casi exclusivamente en adultos jóvenes es la esotropía aguda comitante adquirida (asociada con un ángulo de moderado a grande), la diplopía, la motilidad ocular completa y la falta de etiología neurológica o anatómica. En un nuevo estudio, los investigadores intentaron analizar cómo ciertas características, como la edad, afectan los resultados quirúrgicos en esta población de pacientes.1
La serie de casos retrospectivos analizó los registros médicos de adultos de 18 a 60 años que se sometieron a cirugía de estrabismo por esotropía no acomodativa comitante, en un hospital de atención terciaria. La mayoría de los pacientes eran mujeres (el 64%) y la media de edad era de 36,7 años. Casi tres cuartas partes (el 72%) de la cohorte eran miopes y el 80,3% tenían diplopía. Para distinguir entre etiologías, los pacientes se clasificaron en tres grupos en función de la disparidad entre los ángulos de desviación de cerca: esotropía básica (ETBA), patrón de insuficiencia de divergencia de esotropía (ETDI) y patrón de exceso de convergencia de esotropía (ETCE).
El estudio encontró que el grupo ETCE tenía las mayores desviaciones medias tanto de lejos como de cerca, mientras que el grupo ETBA tenía los mayores rangos a ambas distancias. Los dos procedimientos quirúrgicos más populares, realizados con la misma frecuencia (ambos en el 48 % de la cohorte), fueron la recesión bilateral del recto medial (BMR) y la técnica de recesión-resección unilateral (R&R). El análisis del resultado quirúrgico mostró que este último procedimiento tenía tasas de éxito motor y sensorial más altas que la BMR. Sin embargo, todos los grupos lograron un éxito quirúrgico excelente, independientemente del enfoque quirúrgico o el patrón de esotropía.
Aunque la fisiopatología de los diferentes patrones de esotropía sigue siendo poco clara, un hallazgo único que los investigadores destacaron en su artículo publicado en el American Journal of Ophthalmology fue “la presencia de anisometropía en aproximadamente el 13% de los casos. Es posible que el esfuerzo acomodativo desproporcionado sea un contribuyente no reconocido o poco reconocido para el desarrollo de la esotropía”.
Al analizar la información demográfica y clínica de los registros médicos de los pacientes, los investigadores pudieron caracterizar al paciente típico con esotropía aguda comitante que se somete a cirugía. “Estos pacientes tienden a ser adultos jóvenes, del sexo femenino y tienen miopía moderada, además de presentar el tipo básico de esodeviación de ángulo moderado”, resumieron los investigadores en su artículo. Añadieron que “el éxito quirúrgico en este grupo de pacientes es alto con respecto a los resultados motores y sensoriales”, lo que concuerda con la literatura anterior.
- Cavuoto KM, Tibi C, Rosa PR, Capo H. Characteristics and surgical outcomes of comitant esotropia in an adult population between 18 and 60 years old. Am J Ophthalmol. 2024.