Un importante estudio sobre la corrección láser de la miopía demuestra que el procedimiento es tan seguro y eficaz en adolescentes mayores como en adultos, según la investigación presentada en el 43.ºCongreso de la Sociedad Europea de Cirujanos de Cataratas y Refractivos (ESCRS). [1]
La miopía afecta a alrededor de un tercio de los niños y adolescentes, y las investigaciones sugieren que cada vez es más frecuente.
El tratamiento con láser, denominado queratectomía fotorrefractiva (PRK), se utiliza ampliamente para tratar la miopía en adultos, pero siguen existiendo dudas sobre su uso en adolescentes.
El nuevo estudio ha sido presentado por el Dr. Avinoam Shye, del Departamento de Oftalmología del Rambam Health Care Campus de Haifa, Israel. Según él: «A algunos médicos les preocupa que los ojos de los adolescentes aún puedan estar cambiando o que puedan responder de forma diferente a la curación tras el tratamiento con láser, lo que aumentaría el riesgo de efectos secundarios. Sin embargo, en determinadas situaciones, los adolescentes desean soluciones permanentes para su miopía.
“Observamos que, a pesar de estas preocupaciones, muchos adolescentes de 17 o 18 años obtenían excelentes resultados. Eso nos llevó a estudiar si la PRK es realmente una opción segura y eficaz para este grupo de edad”.
El estudio incluyó a un grupo de pacientes con miopía que fueron tratados con PRK en los centros Care-Vision Laser Centers, en Tel Aviv, Israel, entre enero de 2010 y junio de 2024, con un total de 65 211 ojos tratados.
La PRK consiste en utilizar un láser para eliminar tejido de la córnea, la capa transparente en forma de cúpula que cubre la pupila y el iris. La córnea actúa como una ventana para que la luz entre en el ojo, por lo que remodelar la córnea puede mejorar la forma en que la luz entra en el ojo y tratar problemas de visión, incluida la miopía.
El Dr. Shye y sus colegas agruparon a los pacientes según su edad, para poder comparar los efectos del tratamiento con láser en los de 17 a 18 años con los de 19 a 40.
Descubrieron que los resultados en los adolescentes mayores eran tan buenos o incluso mejores que en los adultos. Alrededor del 64 % de los ojos de los adolescentes alcanzaron una visión de 20/20 (agudeza visual normal), en comparación con el 59 % de los ojos de los adultos.
La proporción de ojos que requirieron un segundo tratamiento fue muy baja (0,41 %) en ambos grupos. Las complicaciones, como la visión borrosa o el debilitamiento de la córnea (ectasia), también fueron muy poco frecuentes en ambos grupos.
El Dr. Shye afirmó: “Este es, con diferencia, el mayor estudio sobre la PRK en adolescentes, y el gran tamaño de la muestra hace que los resultados sean muy fiables. Una limitación es que se trata de un estudio retrospectivo, lo que significa que analizamos datos que ya se habían recopilado, en lugar de establecer un nuevo ensayo desde el principio.
La investigación sugiere que, para los adolescentes bien seleccionados con miopía estable, la PRK podría ser una opción segura y eficaz, especialmente cuando las lentes de contacto o las gafas no son ideales. Estos resultados pueden respaldar la ampliación de los criterios para ofrecer la PRK a determinados adolescentes. La edad por sí sola no debería descalificar a un adolescente motivado y adecuado para someterse a este tratamiento”.
Los investigadores seguirán supervisando a los adolescentes que recibieron tratamiento con láser para comprobar si se producen complicaciones muy tardías o cambios en la visión.
El profesor Thomas Kohnen es presidente del Comité de Publicaciones de la ESCRS, director del Departamento de Oftalmología de la Universidad Goethe de Fráncfort (Alemania) y no participó en la investigación. Afirmó: “La miopía está aumentando en todo el mundo entre los niños y adolescentes, y puede empeorar hasta los 30 años. En los niños, la miopía se trata con gafas o lentes de contacto, mientras que los adultos pueden optar por someterse a un tratamiento con láser para corregir su visión”.
“Este amplio estudio de cohorte sobre la queratectomía fotorrefractiva para tratar la miopía demuestra que el procedimiento es seguro y eficaz para los adolescentes mayores, lo que sugiere que podría ser una alternativa a las gafas o lentes de contacto para algunos jóvenes”, concluyó.









