No faltan opciones terapéuticas y paliativas para tratar la enfermedad del ojo seco, muchas de las cuales han demostrado mejorar la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, investigadores y pacientes siguen buscando nuevas vías para aliviar los síntomas.
Una técnica poco utilizada es la inyección de Botox (toxina botulínica A o BTX-A). En un estudio reciente, los investigadores evaluaron su eficacia para mejorar los resultados en la enfermedad del ojo seco (DED) y descubrieron que podría ser una terapia complementaria potencial, ya que mejora la estabilidad de la película lagrimal, la producción de lágrimas y el alivio de los síntomas, lo que respalda su uso clínico. Los resultados se publicaron en Eye.
Se incluyeron un total de 14 estudios (634 pacientes), que abarcaban ensayos controlados aleatorios y ensayos controlados no aleatorios que examinaban los efectos del Botox en el ojo seco, con el tiempo de ruptura de la película lagrimal, los resultados de la prueba de Schirmer, la altura del menisco lagrimal y el índice de enfermedad de la superficie ocular como resultados primarios.
Este metaanálisis demostró que el Botox mejora eficazmente los resultados clínicos en el ojo seco. En 10 estudios con 513 participantes, el Botox mejoró significativamente el tiempo de ruptura de la película lagrimal en 1,79 segundos, las puntuaciones de la prueba de Schirmer mejoraron en 3,72 mm, las puntuaciones del índice de enfermedad de la superficie ocular disminuyeron en 7,51 y la altura del menisco lagrimal aumentó en 0,1 mm, lo que refleja una mayor estabilidad lagrimal, producción y alivio de los síntomas.
El Botox ha demostrado un potencial significativo como opción terapéutica para el DED debido a sus mecanismos de acción multifacéticos. “Al inhibir la liberación de acetilcolina de las terminaciones nerviosas parasimpáticas, el BTX-A modula la regulación autónoma de la producción de lágrimas, lo que ayuda a restablecer el equilibrio en la secreción lagrimal”, escribieron los autores en su artículo sobre el análisis para Eye.
“Cuando se inyecta en zonas oculares y perioculares específicas, el BTX-A ha demostrado mejorar la estabilidad de la película lagrimal”, añaden, “un factor crítico para aliviar los síntomas de la enfermedad del ojo seco, como la sequedad y la irritación. Su capacidad para relajar el músculo orbicular del ojo, que controla la frecuencia del parpadeo y el cierre de los párpados, estabiliza aún más la película lagrimal al reducir el parpadeo excesivo y prevenir la evaporación de las lágrimas”.
Este efecto es especialmente beneficioso en pacientes con afecciones como el parpadeo incompleto o excesivo, a menudo asociadas a la enfermedad del ojo seco. Además, los autores señalaron que, al reducir la frecuencia del parpadeo, el Botox facilita una distribución más uniforme de las lágrimas, lo que es fundamental para minimizar las molestias oculares. La modulación de la producción de lágrimas y la estabilización de la película lagrimal subrayan la eficacia del Botox para mitigar los síntomas de la enfermedad del ojo seco.
Las propiedades antiinflamatorias del Botox también desempeñan un papel clave en su eficacia para el DED, ya que modula los procesos inflamatorios que exacerban la inestabilidad de la película lagrimal y el daño de la superficie ocular.
«Al disminuir la liberación de mediadores inflamatorios como la sustancia P y el péptido relacionado con el gen de la calcitonina desde las terminales nerviosas sensoriales, el BTX-A atenúa la inflamación neurogénica», explicaron los autores. Esto mejora la estabilidad de la película lagrimal y alivia la irritación de la superficie ocular, lo que proporciona un alivio de los síntomas, especialmente en casos graves o refractarios de DED.
“Los resultados de nuestro estudio sugieren que, aunque el BTX-A se muestra prometedor para mejorar el tiempo de ruptura de la película lagrimal y las puntuaciones del índice de enfermedad de la superficie ocular, es necesario seguir investigando para perfeccionar los protocolos de tratamiento y evaluar la seguridad a largo plazo”, concluyen los autores. “Las investigaciones futuras deben dar prioridad a la identificación de pacientes con enfermedad del ojo seco grave o refractaria, la optimización de los intervalos de dosificación y la adaptación de los puntos de inyección a las necesidades individuales de cada paciente. La incorporación de marcadores adicionales, como las citocinas inflamatorias, podría aclarar aún más los mecanismos de la BTX-A y ampliar su utilidad clínica, allanando el camino para un tratamiento más personalizado y eficaz de la DED”.
(Imagen cortesía de Choi EW, et al. Medicina 2021; 57:3:247.)
Referencias:
- Chen K-Y, Chan H-C, Chan C-M. ¿Es eficaz la toxina botulínica tipo A en el tratamiento de la enfermedad del ojo seco? Eye. 9 de abril de 2025.
Revisión: Los ensayos de la FDA no siempre reflejan los entornos clínicos reales