Autores: Arturo Ramírez Miranda, Andrea Noble Suárez
Gustavo Ortiz Morales, Alejandro Navas, Enrique Graue Hernández
Departamento de Córnea y Cirugía Refractiva, Instituto de Oftalmología “Conde de Valenciana”, Ciudad de México.
El tatuaje escleral es una forma emergente de modificación corporal que ha captado la atención tanto del público como de los profesionales de la salud visual. Este procedimiento, que consiste en inyectar pigmento debajo de la conjuntiva para teñir la esclera visible, ha sido impulsado principalmente por comunidades de modificación extrema del cuerpo, sin participación médica ni regulación sanitaria. En el artículo original publicado en Cornea, nuestro equipo presenta el análisis detallado de un caso clínico y discute sus implicaciones médicas y quirúrgicas. Lo que sigue es un resumen ampliado y comentado de ese trabajo.
El caso corresponde a una mujer de 26 años con antecedentes de múltiples modificaciones corporales (tatuajes cutáneos, bifurcación lingual, piercings e implantes subdérmicos), quien se sometió a varias sesiones de tatuaje escleral en ambos ojos. Dos meses después de la última aplicación comenzó a experimentar dolor ocular bilateral y sensación de cuerpo extraño persistente. A pesar del uso de lubricantes oculares y esteroides tópicos, los síntomas no cedieron.
En la evaluación oftalmológica inicial se detectaron granulomas subconjuntivales pigmentados de negro y dellen corneal, con agudeza visual corregida de 20/50 en el ojo derecho y 20/60 en el izquierdo. No se identificaron signos de uveítis ni inflamación en cámara anterior, lo que descartó una respuesta intraocular aguda. Se consideró que la disminución visual se debía principalmente a una alteración en la superficie ocular por la presencia del tatuaje y la inflamación crónica local.
Dado el escaso beneficio del tratamiento médico conservador, se decidió realizar una escisión quirúrgica de los granulomas. A solicitud de la paciente, se intentó preservar la coloración escleral para mantener el efecto estético del tatuaje. Durante el procedimiento se encontraron diversos desafíos: el pigmento negro había penetrado múltiples capas oculares, incluyendo la cápsula de Tenon, la episclera e incluso los músculos rectos extraoculares. Esta dispersión descontrolada complicó la identificación anatómica durante la disección, aumentando el riesgo de lesión iatrogénica.
A pesar de ello, los granulomas fueron extirpados exitosamente y las conjuntivotomías se cerraron con Vicryl 7-0. Se administró triamcinolona subconjuntival al 4% como medida antiinflamatoria postoperatoria.
El análisis histopatológico reveló infiltrado de pigmento exógeno en conjuntiva y Tenon sin evidencia de melanina ni hemosiderina, descartando neoplasias o hemorragias antiguas. Estos hallazgos apoyan que se trataba de una respuesta inflamatoria a cuerpo extraño, en este caso, partículas de tinta. La recuperación clínica fue excelente: a los 12 meses postoperatorios la paciente mantenía agudeza visual de 20/20 en ambos ojos, sin recurrencia de granulomas y con la coloración escleral preservada.
Este caso es ilustrativo de los riesgos que conlleva una práctica estética realizada sin supervisión médica. A diferencia de procedimientos refractivos o estéticos intraoculares regulados, el tatuaje escleral carece de estándares sanitarios, guías de práctica o control sobre los insumos utilizados. El pigmento en cuestión fue Eternal Ink, una tinta destinada a la piel que contiene CI-77266, un derivado del petróleo asociado con efectos tóxicos y carcinogénicos. Este compuesto, como muchos otros en tintas comerciales, no está aprobado para uso intraocular, y su comportamiento en los tejidos oculares sigue siendo incierto.
Además de los granulomas, en la literatura se han reportado complicaciones como uveítis, escleritis necrosante, glaucoma secundario, perforaciones esclerales e incluso ceguera. La dispersión incontrolada del pigmento y la posible inducción de respuestas inmunes tipo sarcoidosis pigmentaria hacen de esta práctica un riesgo considerable.
Nuestro artículo destaca también la dificultad del manejo quirúrgico en estos casos. La presencia de tinta en músculos extraoculares o en el espacio sub-Tenon compromete la seguridad quirúrgica, y la preservación del efecto estético puede entrar en conflicto con el objetivo terapéutico. Sin embargo, el resultado favorable en este caso muestra que una intervención cuidadosa y planificada puede ofrecer alivio sintomático sin sacrificar los deseos del paciente.
Más allá del abordaje clínico, el caso resalta la urgente necesidad de regulación en torno a esta práctica. Se requiere que las autoridades sanitarias establezcan normas específicas para prohibir el uso ocular de tintas no aprobadas, limitar la práctica del tatuaje escleral a personal médico calificado o, idealmente, prohibirlo por completo hasta que se garantice su seguridad. También es esencial promover la educación del público y de la comunidad oftalmológica sobre los riesgos potenciales, pues muchas personas desconocen la posibilidad de daño ocular permanente.
En resumen, este análisis del artículo “Scleral tattooing complications: Surgical management of granulomas in a cosmetic procedure”, publicado en Cornea (2025), enfatiza los peligros reales del tatuaje escleral, incluso cuando el procedimiento parece exitoso en una etapa inicial. Las complicaciones pueden aparecer semanas o meses después y requerir intervención quirúrgica. La experiencia aquí descrita aporta evidencia valiosa para el cuerpo de literatura oftalmológica y sirve como llamado de atención para la regulación y prevención.
Fig.1. Fotografías clínicas que muestra múltiples masas subconjuntivales (granulomas) bajo la conjuntiva teñida de negro en ambos ojos (izquierda). Imagen en primer plano del ojo derecho que resalta los granulomas (centro). Vista intraoperatoria que demuestra la protrusión de los granulomas (derecha).
Fig.2. La conjuntiva se observaba mayormente transparente, con la cápsula de Tenon mostrando una coloración negra.
Referencias:
Ortiz-Morales, G., Haro-Morlett, L., Eskenazi-Betech, R., Navas, A., Ramirez-Miranda, A., Perezpeña-Diazconti, M., & Graue-Hernandez, E. O. (2025). Scleral tattooing complications: Surgical management of granulomas in a cosmetic procedure. Cornea. Advance online publication. https://doi.org/10.1097/ICO.0000000000003822