(Este artículo fue traducido, adaptado e impreso con autorización exclusiva del grupo de revistas de Review de Jobson Medical Information. Su reproducción está prohibida).
En el estudio más grande de su tipo jamás completado, investigadores de Australia, Reino Unido, Países Bajos, Finlandia, Alemania, Singapur, Japón, Nigeria, Ghana, Sudáfrica, Suiza, Tanzania y Estados Unidos, dirigidos por la investigadora principal, Janey L. Wiggs, MD, PhD, jefe asociada de investigación clínica en oftalmología en Mass Eye and Ear, y el profesor de Oftalmología Paul Austin Chandler, también vicepresidente de investigación clínica en Harvard Medical School, compararon los genes de 34.179 personas con glaucoma a los genes de 349.321 individuos de control. Su objetivo era identificar loci de genes previamente desconocidos (ubicaciones específicas en un gen determinado) asociados con la enfermedad. El glaucoma primario de ángulo abierto es altamente heredable, lo que convierte a las variantes genéticas en un objetivo de tratamiento valioso.
Este estudio, que incluyó 10 veces más casos y controles de glaucoma que los previos realizados por el grupo, descubrió 44 nuevas variantes genéticas presentes solo en los individuos con glaucoma. Además, confirmó 83 loci genéticos que se habían identificado previamente.
Una de las deficiencias de estudios anteriores similares fue el enfoque en personas de ascendencia europea. Debido a este enfoque restringido, no quedó claro si los hallazgos de aquellos estudios se aplicaban a otras razas – una ironía notable dado que las tasas de glaucoma son más altas entre personas de ascendencia afroamericana y asiática. Por primera vez en un estudio de este tipo, los participantes incluyeron miembros de los tres grupos, lo que permitió determinar si las mismas variantes genéticas aparecen en todos los grupos.
Sorprendentemente, los datos revelaron que la mayoría de las variaciones genéticas asociadas con el glaucoma estaban presentes en los tres grupos. “Del 70% al 80% de las asociaciones genéticas tuvieron efectos similares en todos los ancestros”, señala Dra. Wiggs. Cuando se le preguntó si los investigadores creen que la diferencia del 20% entre los grupos podría explicar la diferencia en las tasas y la gravedad de sus enfermedades, la Dra. Wiggs dice que puede ser demasiado temprano para saber la respuesta. “Las asociaciones genéticas que no son iguales (entre grupos) son de interés”, reconoce. «Esta sería un área de investigación fructífera en el futuro».
Los autores informan que además de revelar posibles objetivos de tratamiento, los nuevos datos sugieren la presencia de procesos biológicos previamente desconocidos que pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad. “Esos nuevos procesos incluyen la función y el desarrollo vascular”, explica la Dra. Wiggs. “Se ha pensado que los vasos y el flujo sanguíneos serían importantes (en el desarrollo del glaucoma), pero estos resultados apoyan un papel primario para el desarrollo y la función vascular en algunos pacientes. Además, algunos de los genes relacionados con los vasos, como TEK y ANGPT1, son necesarios para el desarrollo del canal de Schlemm – que se sabe que es un vaso linfático modificado.
“Una segunda área interesante es el desarrollo ocular”, dice. «Sabemos que la mutación en los genes necesarios para el desarrollo ocular puede causar formas graves de glaucoma infantil; y varios de estos genes también parecen contribuir a formas de glaucoma de inicio en la edad adulta, como el GPAA».
Un posible uso de este tipo de dato genético sería identificar asociaciones entre genes específicos y diferentes tipos de glaucoma. «Este fue solamente un estudio de GPAA», señala la Dra. Wiggs. “No se incluyeron otros tipos de glaucoma. Sin embargo, estamos investigando asociaciones con los subgrupos de alta y baja tensión en el estudio, así como algunos rasgos oculares relacionados con el glaucoma, como la PIO y la relación copa-disco”. La Dra. Wiggs dice que puede llevar algún tiempo encontrar el propósito de los loci genéticos recién descubiertos. «Para algunas de estas asociaciones genéticas, tenemos una idea del mecanismo y la función», señala. «Sin embargo, en su mayor parte, aún se desconoce el papel de estos genes en la patogénesis de la enfermedad».
Además, de sugerir nuevos objetivos para la intervención terapéutica, este tipo de dato se ha utilizado para desarrollar puntuaciones de riesgo poligénico, lo que permite estimar la probabilidad de que una persona manifieste la enfermedad. La adición de la nueva lista de loci genéticos debería permitir aumentar, significativamente, la especificidad de esa puntuación de riesgo. Los autores están planeando estudios adicionales para ver cómo les va en el mundo real a las personas con puntajes de riesgo más altos, calculados con la adición de los nuevos datos. Esperemos que esto sirva de guía para los médicos a la hora de decidir si es necesario un tratamiento más proactivo.
Por supuesto, sería emocionante si este dato pudiera conducir a la manipulación genética directa a través de técnicas actuales, como CRISPR, evitando que ocurra la enfermedad o realizando una cura. La Dra. Wiggs pide tener paciencia. “Algunos de estos genes pueden ser objetivos de nuevas terapias, incluso las basadas en genes que utilizan enfoques como CRISPR/Cas9”, dice. “Sin embargo, se necesitarían investigaciones que utilicen modelos animales y celulares para demostrar la eficacia y la seguridad. Además, el GPAA es genéticamente complejo, por lo que un solo gen no es responsable de la mayoría de estos casos. Eso significa que es poco probable que el tratamiento de un solo gen sea curativo para todos los pacientes «.
Fuente:
https://www.reviewofophthalmology.com/article/glaucoma-study-identifies-new-genetic-markers