Por Dr. Jorge Valdez, director de educación de ATENEA
Un reporte de caso se define como una narración detallada que ilustra un problema ya sea diagnóstico o terapéutico experimentado por uno o varios pacientes. Los reportes o series de casos suelen servir como la primera evidencia ante alguna situación clínica ya sea diagnostica o terapéutica. Los reportes o series de casos son de menor importancia en la medicina basada en la evidencia; sin embargo, hacen contribuciones significativas tanto al conocimiento como a la educación de los estudiantes de medicina, residentes y becarios.
El aprendizaje clínico en cualquier etapa formativa del profesional de salud se basa en gran medida en casos concretos. Las presentaciones de casos se encuentran a menudo en libros de texto, conferencias, rondas diarias de equipos o grandes rondas departamentales. Los informes de casos o presentaciones son una excelente herramienta para compartir experiencias educativas. Algunos de los objetivos educativos importantes que introducen los reportes de casos incluyen mejorar la conciencia sobre los trastornos raros para facilitar el diagnóstico, aclarar nuevos aspectos sobre la etiología, clarificar la respuesta al tratamiento y describir cómo evitar errores futuros.
Desde una perspectiva de las ciencias de la educación el método de casos o estudio de casos se considera útil para el estudio de situaciones o fenómenos complejos; ya que está basado en su interpretación la cual se obtiene a través de la descripción analítica de cada parte de este, asumidas como un conjunto y dentro de su contexto. Esta metodología didáctica favorece el aprendizaje por descubrimiento, promueve en el alumno el cuestionamiento, el formular sus propias respuestas y la deducción de fundamentos a través de ejemplos prácticos o experiencias. En la educación médica se aplica a través de los reportes o series de casos.
El reporte de caso clínico tiene una rica historia que abarca milenios. Las civilizaciones antiguas, como Egipto (Papiro de Ebers, 1550 a.C.) y Grecia (Corpus Hipocrático, 400 a.C.), documentaron casos médicos. Las obras de Galeno (129-216 d.C.) y el Canon de Medicina de Avicena (1025 d.C.) establecieron aún más el relato de casos. Durante los siglos XVIII y XIX, médicos como John Hunter y Philippe Pinel publicaron informes detallados de casos, haciendo hincapié en la observación y la documentación. La fundación de The Lancet en 1823 popularizó el reporte de casos. El siglo XX vio surgir las revistas especializadas, que publicaban informes de casos específicos de varios campos de la medicina. La publicación digital y las bases de datos en línea (PubMed, Scopus) facilitaron la accesibilidad mundial.
Hoy en día, los casos clínicos siguen siendo esenciales en la educación y la investigación médicas, promoviendo el intercambio de conocimientos, el pensamiento crítico y la práctica basada en la evidencia. La multimedia interactiva y la colaboración global mejoran la presentación de informes de casos y el valor educativo. Esta tradición en evolución continúa avanzando en la ciencia médica y mejorando la atención al paciente.
Los casos clínicos desempeñan un papel fundamental en la educación médica, ya que sirven como un vínculo crucial entre el conocimiento teórico y la aplicación práctica. Estos escenarios de la vida real facilitan el aprendizaje, mejoran el pensamiento crítico y fomentan las habilidades de toma de decisiones efectivas entre los estudiantes y profesionales de medicina. Este ensayo explora la importancia, los beneficios y las mejores prácticas de integrar los casos clínicos en la educación médica.
Los casos clínicos ofrecen una oportunidad única para que los estudiantes apliquen conceptos teóricos a situaciones del mundo real. Al analizar los historiales de los pacientes, los síntomas, los diagnósticos y los resultados del tratamiento, los alumnos desarrollan habilidades esenciales en el razonamiento clínico, la resolución de problemas y la comunicación (Kumar et al., 2017). Estos casos también promueven la colaboración interdisciplinaria, reflejando el trabajo en equipo inherente a los entornos de atención médica.
Entre los beneficios de los casos clínicos podemos que podemos mencionar esta:
- Mejora del pensamiento crítico: Los casos clínicos animan a los estudiantes a evaluar información compleja, identificar patrones y tomar decisiones informadas (Mandin et al., 2018).
- Habilidades para la resolución de problemas: Al enfrentarse a diversos escenarios clínicos, los alumnos desarrollan adaptabilidad e ingenio.
- Mejor retención del conocimiento: El aprendizaje interactivo basado en casos supera a las clases tradicionales en cuanto a retención y recuerdo del conocimiento (Hmelo-Silver, 2004).
- Desarrollo de empatía y profesionalismo: Los casos clínicos fomentan la comprensión de las experiencias de los pacientes, promoviendo una atención empática y centrada en el paciente.
- Preparación para la práctica en el mundo real: Los casos clínicos simulan las incertidumbres y complejidades de los encuentros reales con los pacientes.
La presentación de casos siempre ha sido una herramienta importante y consagrada por el tiempo de la educación médica y la atención hospitalaria, y ha consistido en presentar casos médicos desafiantes a una audiencia de estudiantes de medicina, residentes y médicos tratantes. Las sesiones de revisión de casos (Grand rounds) tiene una tradición en medicina que se remonta a las presentaciones de Sir William Osler, conocido por muchos como el padre de la medicina moderna, en la Escuela de Medicina Johns Hopkins. El aprendizaje basado en casos (ABC): son discusiones en grupos pequeños facilitadas por instructores experimentados (Thistlethwaite et al., 2012) que funcionan como una herramienta de enseñanza que facilita la integración efectiva de casos clínicos a la formación de estudiantes y residentes.
Otras técnicas basadas también en casos son: el Aprendizaje basado en problemas (ABP)*: Aprendizaje autodirigido con facilitación guiada (Hmelo-Silver, 2004), la educación basada en simulación*: Escenarios inmersivos e interactivos utilizando maniquíes o realidad virtual (McGaghie et al., 2010). Así como los pacientes estandarizados: Actores entrenados que representan a los pacientes para imitar consultas reales (Bokken et al., 2010). Y de más reciente aparición las plataformas en línea: que son repositorios digitales de casos clínicos, accesibles para el autoaprendizaje.
El reporte de un caso es la publicación biomédica que hace un reporte detallado de síntomas, signos, resultados de estudios auxiliares, tratamiento, complicaciones del tratamiento, y seguimiento de un paciente individual, esquematizado bajo una breve descripción lógica y racional. Entre algunas de las características que hacen valioso un reporte de caso están: una condición o enfermedad nueva, rara, infrecuente o poco comunicada. La presentación inusual de enfermedad poco común o incomunicada. También la asociación inesperada entre signos o síntomas. El impacto de una enfermedad en la evolución de otra o el del tratamiento de una condición en otra. Las complicaciones inesperadas de procedimientos o tratamientos.
El estudio de casos puede contribuir grandemente al desarrollo de las habilidades en los alumnos en la medida en que lo vincula con la realidad de su profesión y le permiten adoptar una solución adecuada. (Artiles Monteagudo 2016), En este sentido, los casos presentan las siguientes características:
- Permiten la aplicación de conceptos teóricos y técnicos probados en la vida real.
- Ayudan a desarrollar habilidades para resolver problemas y para tomar decisiones.
- Demandan una participación favorecedora de las habilidades de comunicación.
- Pueden refutar situaciones de crítica, de riesgo o incertidumbre, como fortalezas del aprendizaje colaborativo.
- Contribuyen a dar un enfoque práctico y pragmático a situaciones diversas y variadas.
- Responsabilizan al estudiante con su propio aprendizaje, y lo motivan a permanecer informado y activo en su profesión.
Entre las mejores prácticas educativas en la construcción de casos clínicos didácticos están el atender a factores como:
- La autenticidad: Utilizar casos reales o anónimos para garantizar la relevancia.
- El enfoque interdisciplinario: Incorporar múltiples especialidades y profesionales de la salud.
- La retroalimentación y reflexión: Animar a los estudiantes a reflexionar sobre su aprendizaje y recibir comentarios constructivos.
- La variedad y complejidad: Incluir casos diversos, que van desde escenarios sencillos hasta complejos.
- La evaluación regular: Evaluar los resultados de aprendizaje de los estudiantes y ajuste las estrategias de instrucción en consecuencia.
En conclusión, podemos decir que los casos clínicos son indispensables en la educación médica, ya que tienden un puente entre el conocimiento teórico y la aplicación práctica. Al incorporar casos diversos y auténticos en los planes de estudio, los educadores pueden cultivar el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la empatía entre los alumnos. La integración efectiva, junto con las mejores prácticas, garantiza que los profesionales médicos estén adecuadamente preparados para enfrentar las complejidades de la atención al paciente en el mundo real.
Referencias:
Bokken, L., Rethans, J. J., Scherpbier, A. J., & Van Der Vleuten, C. P. (2010). Students’ views on the use of real patients and simulated patients in undergraduate medical education. Academic Medicine, 85(10), 1536-1542.
Hmelo-Silver, C. E. (2004). Problem-based learning: What and how do students learn? Educational Psychology Review, 16(3), 235-266.
Kumar, V., Gruppen, L. D., & Cohen, D. L. (2017). Clinical cases in medical education: A review. Journal of Medical Education and Curricular Development, 4, 2384903.
Mandin, H., Harasym, P. H., & Myhre, D. (2018). Clinical problem-solving: A learning strategy for medicine. Medical Education, 52(3), 257-265.
McGaghie, W. C., Issenberg, S. B., Petrusa, E. R., & Scalese, R. J. (2010). A critical review of simulation-based medical education research: 2003-2009. Medical Education, 44(1), 50-63.
Thistlethwaite, J. E., Davies, D., Ekeocha, S., Kidd, J. M., MacDougall, C., Matthews, P., … & Clay, D. (2012). The effectiveness of case-based learning in medical education. Medical Education, 46(11), 1089-1097.
María Elena Artiles Monteagudo, Carlos Javier Artiles Rivero, Frank Ernesto Rodríguez Gómez. El estudio de casos como método problémico en ciencias médicas: una experiencia necesaria. EDUMECENTRO 2016;8(1):165-173 ISSN 2077-2874 RNPS 2234